Por Cristóbal Pineda A.
Este es un Boletín especial, porque conmemoramos la edición Nº100 de este medio de comunicación de la Sociedad. Desde aquel mayo del 2011, donde la primera columna de opinión reflejaba las coyunturas de aquel entonces (el inicio de operaciones del Costanera Center), mucha agua ha pasado bajo el puente. Por de pronto, y sin exhaustivo, en 10 años hemos visto pasar tres gobiernos distintos, la selección de fútbol obtuvo un inédito bicampeonato sudamericano, un estallido nos relevó el hastío y el malestar invisibilizado bajo la lógica de los promedios, y una pandemia global puso a prueba la resiliencia de las comunidades, lamentándonos día a día por el reguero de fallecidos que deja a su paso.
Sin embargo, en esta década también encontramos cosas que no han cambiado significativamente. De nuevo, sin ser exhaustivos, y concentrándonos solo en la movilidad urbana, seguimos a la espera por una nueva licitación del transporte público en Santiago, que mejore la calidad de un sistema que aún no es enteramente confiable ni satisfactorio. Nota aparte merece el transporte público en regiones, que tiene por lo menos 15 años de retraso con respecto a la capital. O del anhelado impulso a los modos activos como política de Estado, donde la caminata y la bicicleta se reflejen realmente en los presupuestos estatales, en desmedro de autopistas urbanas o infraestructura dedicada al automóvil.
Este Boletín Nº100 nos encuentra en una situación incierta, pero también con mucha esperanza en el ambiente. Si bien todavía no sabemos si el fin de la pandemia está realmente cerca o no, el inicio del proceso constituyente puede marcar la ruta a un encuentro de la sociedad, que defina un nuevo pacto social más igualitario, justo e inclusivo que Chile requiere para las próximas décadas. Y esperamos también que este Boletín siga siendo el medio de comunicación que la Sociedad tiene con sus socios y con toda la comunidad transportista. ¡Larga vida al Boletín!