Introducción
Es innecesario intentar sinterizar la problemática actual de la situación mundial y chilena, producto de la actual crisis, de las inequidades, de las ineficiencias, de la desidia, etc. En lugar de ello, les propongo una reflexión: ¿cuántos de Uds. dijeron, o al menos pensaron, durante el último año: ¿PAREN EL MUNDO, QUE ME QUIERO BAJAR? Bueno, podemos decir que el COVID-19 lo logró, y eso nos da pie para reflexionar y detectar el universo de OPORTUNIDADES que se nos presentan.
Recientemente las autoridades, nacionales y de otros países, han comenzado a esbozar los principales lineamientos de la etapa de RETORNO SEGURO, la cual obviamente debe ser paulatina, tal vez muy paulatina, priorizando la salud de las personas, pero también velando porque de a poco se vaya retomando las actividades habituales, para minimizar el impacto sobre las actividades económicas y por ende, el empleo. Sin duda que el escenario futuro, que en este artículo se ha denominado tentativamente como NUEVA NORMALIDAD, podrá tardar muchos meses o incluso un par de años en materializase, ya que depende básicamente de que se logre desarrollar la vacuna o controlar de otro modo la pandemia. Necesariamente será diferente al Escenario que teníamos a Octubre de 2018, que para efectos de este artículo, podríamos citar como la ANTIGUA NORMALIDAD.
Para centrarnos en nuestro ámbito de acción, cabe entonces preguntarnos ¿Qué impactos tendrá sobre el Sistema de Transportes, tanto negativos como positivos? Me atrevo a decir, que neutros no habrá. Todo ello, considerando, además, que está estrechamente ligado al Sistema de Actividades de la ciudad, el cual genera los viajes, cuya estructura necesariamente, para bien o para mal, sufrirá un cambio.
“Antigua Normalidad”: Para comenzar, hagamos un resumen, de la situación en que estábamos al final de este período, limitándonos a nuestro ámbito de acción, es decir el Sistema de Transportes.
- En las últimas décadas, ligado principalmente a las mejoras en los ingresos de las personas, disminuyeron en forma muy importante los viajes en transporte público, muchos de los cuales se trasladaron al segmento de viajes en transporte privado cuyo crecimiento, como sabemos, es insostenible en el tiempo.
- Ha habido un creciente desarrollo de los sistemas de transporte de Metro o Trenes Suburbanos, pero solo en las principales ciudades del país. Como pecado, podemos citar el hacinamiento, lo que es una fuerte debilidad dada las actuales circunstancias.
- Hay una deuda importante en la modernización del transporte público en regiones, con un par de excepciones. En la mayoría de las ciudades aún se resuelve los viajes en taxibuses y taxis colectivos, sin que se haya aprovechado cabalmente los recursos generados por la Ley Espejo.
- Los viajes en modo Caminata, si bien disminuyeron, siguen siendo muy importantes, pese a que las condiciones espaciales para satisfacerlos distan mucho de ser las adecuadas.
- Como elemento positivo, podemos mencionar que los viajes en bicicletas se han prácticamente duplicado en una década, lo que es un signo esperanzador. Si bien, esta iniciativa ha tenido un fuerte impulso por parte de la sociedad civil, el sector público ha aportado con iniciativas relevantes, como la Ley de Convivencia Vial y la habilitación de ciclovías en prácticamente todos los proyectos de infraestructura vialidad urbana, además de medidas de gestión, por ejemplo, de varias municipalidades.
- Sin embargo, poder catalogar como exitosas las medidas citadas en el punto anterior, faltan tres elementos claves: en primer término, mejorar la conectividad de las redes de ciclorutas; en segundo término, estandarizar los criterios de diseño; y lo más importante, que hayan adecuadas campañas de difusión y de educación, para lograr el respeto de todos los actores que conviven en el espacio público.
Los aspectos anteriores, mayoritariamente negativos, se deben a la estructura heterogénea e inorgánica de las ciudades, que obligan a viajes de gran distancia, especialmente para los sectores más vulnerables.
“Nueva Normalidad”: Una primera reflexión, EL MUNDO SEGUIRÁ GIRANDO, y esperemos que ello sea a un ritmo más calmado, para lograr una mejor convivencia entre las personas. Este escenario correspondería al momento en el cual se haya superado la crisis del Coronavirus, es decir el momento en que no sea necesario el distanciamiento social y no se requiera circular con mascarillas.
Habrá necesariamente cambios estructurales de la actividades y comportamiento de las personas, tanto a nivel mundial, como nacional. Esperemos que ello genere una menor cantidad de viajes. ¿Por qué?, aventuremos algunas ideas:
- Me imagino, por ejemplo, que debiera disminuir en forma importante la actividad aérea, especialmente internacional, ya que muchos habrán entendido que, por un lado, es posible evitar muchos viajes de trabajo innecesarios. Otros, habrán entendido que se ha abusado de la actividad turística, en circunstancias que también es posible disfrutar de las múltiples y atractivas ofertas turísticas dentro del país.
- La actividad de carga, tanto aérea como marítima, podría disminuir en la medida que disminuya el consumo de bienes innecesarios.
- Hay una serie de aspectos ambientales críticos, que han quedado de manifiesto, hasta para los más escépticos, y que es imperioso resolver, tales como el calentamiento global y la necesidad de reducir el efecto gas invernadero. Recordemos algunas imágenes notables que hemos visto últimamente, tales como: peces nadando en aguas limpias, animales recorriendo las calles sin peatones o aves volando en cielos sin contaminación.
- Todas las decisiones que tomemos, desde elegir nuestro próximo destino de vacaciones y el medio de transporte, hasta tener el cuidado de cortar el agua del lavatorio al lavarnos los dientes, será una contribución importante al bienestar de nuestro planeta. Más relevante aún, es cómo les transmitamos lo anterior a los demás, partiendo por nuestros propios hijos.
- Muchos habrán descubierto que, definitivamente, pueden trabajar en forma remota desde sus hogares. Me imagino que ello hará que en el futuro próximo algunos cambien sus rutinas de trabajo, al menos en forma parcial. Otros, posiblemente opten por cambiar su lugar de residencia, lo que puede ser un aporte a la descentralización del país.
- En la actualidad hay mucha Información disponible, así como tecnologías para manejarla, los cuales abarcan los tres ámbitos básicos de cualquier proyecto en el espacio vial-urbano: transporte, urbanismo y diseño.
- Si ahora nos centramos en el área de transporte urbano, el elemento clave es la Movilidad Integrada, el cual permite resolver los viajes mediante los diversos medios de transporte disponibles, procurando la priorización de los más eficientes. Todo ello ligado al Sistema de Actividades, procurándose la cercanía entre los lugares de residencia, de trabajo, de educación y otros. Hay numerosos casos exitosos en otros países e incluso algunos en Chile.
“Retorno Seguro”. Corresponde a una transición equilibrada entre ambos escenarios ya descritos. Para lograr transitar entre ambos, es esperable que haya un incremento paulatino de los viajes, en la medida que se vayan retomando las actividades habituales. Ello plantea un importante desafío para los actores que nos desempeñamos en la especialidad de transporte, y que debemos comenzar a discutir a la brevedad. Planteo un primer esbozo de ideas:
- Durante algún tiempo limitado, habrá menos congestión en las vías y menores tasas de ocupación en los vehículos de transporte público. ¿Cómo aprovechar esta condición especial, en que no habrá hacinamiento? Como primera idea, se podría plantear que es urgente implementar pistas solo bus, pero provistas de adecuados elementos tecnológicos de fiscalización como cámaras.
- Es urgente contrarrestar el atractivo obvio del transporte privado motorizado, ya que como sabemos, uso del automóvil no puede seguir creciendo de acuerdo con las antiguas tendencias. Pero cuidado, algunos esperan que haya un incremento explosivo en la venta de autos, para resolver el problema de distanciamiento social.
- En lugar de ello, parece mejor plantear medidas como por ejemplo la necesidad de redistribuir, o asignar, mayores recursos de subsidios hacia el transporte público, o bien a la movilidad sustentable y otros.
- Los biciclos ya son un actor relevante en la ciudad y a mi juicio seguirá creciendo en forma importante. Me atrevo a decir que de aquí a un corto plazo podría acercarse al 10% de los viajes, sabiendo que su potencial es aun mucho mayor. No obstante, no basta con la Ley de Convivencia de Modos, falta mucho por definir en cuanto a criterios y normas de diseño, educación, difusión y sobre todo transmitir claramente los derechos y deberes de todos.
- Respecto a los peatones, en la actualidad son los actores secundarios del espacio público, ya que tienen menor prioridad que los vehículos motorizados, por ejemplo, porque las programaciones de los semáforos los perjudican demasiado. A ello, podemos sumar las malas condiciones de las aceras, falta de rebajes peatonales, falta de arborización, etc.
- Afortunadamente, lo anterior contrasta con muy buenos ejemplo de desarrollo de proyectos, normalmente simples, en que se ha recuperado y ganado espacios para el peatón, como por ejemplo el paseo Bandera. Ello, gracias a una buena gestión, a raíz de la construcción de la Línea 3 del Metro.
- En ese contexto, es deseable e imprescindible, sentar las bases para que se logre un incremento sustantivo de uso de los modos no motorizados, lo cual implica que los modos motorizados en su conjunto deben reducir su partición modal. Lo relevante es tomar las medidas, para que sea el transporte púbico el ganador.
- Para ello, debe haber una modernización real del transporte público, con el apoyo de tecnologías, mejoras en el confort de los usuarios, etc.
- Finalmente, ante el dilema ¿Infraestructura o gestión? Sin duda que se requieren ambas, pero la segunda es prioritaria, dado que es de más rápida ejecución y de menor costo.
La semana antepasada, el CNDU, CEDEUS y UDD, con la colaboración de Sochitran y otras instituciones, se desarrollaron los conversatorios virtuales “Repensar la Ciudad frente a la Pandemia”, en los cuales más de 20 expositores, plantearon sus múltiples visiones respecto a la materia, con muchos elementos en común. Ese material, que se puede ver el en link de Referencias, es un insumo valioso, para analizar en el contexto del Grupo de Trabajo “COVID-19 y Transporte”, al que nos ha convocado la actual Directiva de Sochitran.
Sin duda, el DESAFIO al que nos enfrentamos es grande, pero también se han abierto una serie de OPORTUNIDADES, que debemos saber aprovechar, por el bien de nuestras ciudades y sus residentes.