EDITORIAL
La honrada costumbre de pagar el pasaje del bus incluso por aquellos que subían por la puerta trasera se comenzó a perder desde el inicio de Transantiago. En parte, esa conducta estaba influida porque los pasajeros eran conscientes de que el conductor recibía su sueldo en función de los pasajes cobrados y por lo tanto al no pagar lo afectaban directamente. Ver más…
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