EDITORIAL
Quizás parezca una tozudez, pero el afán de insistir en la necesidad de desincentivar el uso del automóvil promoviendo la utilización de otros modos, como los no motorizados y el transporte público, responde a algo que no es más que mirar el conjunto y no sólo la parte, siendo en ese sentido un afán ideológico. Es de esperar que las nuevas políticas que está promoviendo la autoridad, en términos de inversión y gestión en transporte y desarrollo urbano, que fueron anunciadas el pasado 30 de enero, tengan esta carga ideológica, particularmente por el nivel de deterioro que están alcanzado las partes por no tener una visión de conjunto, tanto en el ámbito urbano como interurbano. No basta con incorporar más tecnologías, implementar algunos incentivos o regular ciertas actividades, si al final estas acciones apuntan en sentidos contrapuestos, sin una visión del todo y todos, que es lo que el ciudadano esperaría de la autoridad.
Alejandro Tudela
Editor