Esta nota tratará dos temas. El primero de ellos se refiere a la baja en el número de víctimas fatales en accidentes de tránsito, en el período enero-mayo de 2012 en comparación a idéntico período de 2011 y el segundo, a nuevas luces sobre la accidentalidad de tránsito en Chile a partir de datos provistos por el Ministerio de Salud.
Transcurridos cinco meses del año 2012, se observa una importante disminución en la cifra de víctimas fatales en accidentes de tránsito a nivel nacional, según reporta Carabineros de Chile. Haciendo una simple proyección a partir de los resultados al 31 de mayo, en que las fatalidades se redujeron un 12 por ciento, se podría pronosticar una cifra anual de víctimas fatales menor a 1.400, lo que sería la cifra más baja desde el año 1988. Esto en sí, sería una muy buena noticia. Como especialista en la materia, sin embargo, cuesta explicar esta baja y, por lo tanto, no me animo a afirmar que Chile esté logrando un quiebre de tendencia en la que el número de víctimas fatales comience a disminuir de manera sistemática en el tiempo, tal como viene sucediendo en un gran número de países desarrollados desde la década del 70.
El año 2009, el número total de víctimas fatales se reduce a 1.508, la cifra más baja desde el año 1989[1]. El año 2009 es un año de recesión económica y el número de víctimas fatales se reduce casi un 15 por ciento en relación al año 2008. Esta misma tendenciaa la baja se observó los años 1982 y 1999, años en que también hubo recesión económica. Entre 1981 y 1985, el número de fatalidades baja de 1.552 a 1.049 (32 por ciento de reducción); y,a partir de 1985, las fatalidades vuelven a subir. Recordemos la magnitud de la recesión económica de estos años, una de las más severas que enfrentó Chile. La recesión de 1999 también logra disparar un período de baja en el número de fatalidades, pasando de 1.959 fatalidades[2] en el año 1998 a 1.549 en el año 2002 (21 por ciento de reducción). Si bien la recesión de 1999 es suave comparada con la de 1982, es cierto también que a partir de estos años la tasa de crecimiento de la economía chilena se reduce de manera notoria en comparación con el período 1986-1997. La recesión de 2009 es relativamente suave y ha sido seguida por dos años de fuerte crecimiento del producto bruto, por encima del cinco (5) por ciento. Así, en 2010 y 2011 el número de fatalidades sube a 1.595 y 1.573 respectivamente. Estos mayores guarismos eran esperables teniendo en cuenta el crecimiento económico del país, que prosigue en el presente año, aunque moderándose.
Sorprende, entonces, la baja del número de fatalidades para los primeros cinco meses del presente año considerando que el crecimiento de la economía se mantiene. Por supuesto, la actividad económica no es el único factor que explica a nivel macro la ocurrencia de víctimas fatales en accidentes de tránsito. He leído en varios ocasiones en este último tiempo que este descenso se debe a la nueva ley de alcohol, la Ley 20.580, impulsada por el actual gobierno. Sin embargo, esta explicación no me convence en absoluto. En función de un trabajo realizado unos años atrás con un grupo de colegas[3], concluimos que el control del alcohol es una medida costo-efectiva que puede arrojar una disminución en el total de fatalidades de un uno (1) por ciento. Según nuestra metodología, el impacto de los mayores controles de alcoholemia promovidos por la Ley 20.580 no puede ir mucho más allá de ese valor[4].
A su vez, la Ley 20.580 comienza a regir el 15 de marzo de 2012, pero el número de fatalidades se ve notablemente reducido a lo largo del trimestre enero-marzo. La comparación del primer trimestre del año 2012 con el primer trimestre del año 2011 arroja un descenso de las fatalidades de 16 por ciento. Pero cuando comparamos el bimestre abril-mayo de 2012 con idéntico bimestre de 2011, la reducción es sólo de un siete (7) por ciento, menos de la mitad dela reducción del primer trimestre. Por lo tanto, la entrada en vigencia de la Ley 20.580, una vez más, no parece ser una buena explicación del marcado descenso de las fatalidades para el primer trimestre de 2012.
Otra explicación sería que el efecto mediático de la Ley 20.580, que se viene anunciando desde fines de 2011, ha contribuido a esta baja, no solo concientizando al conductor de los riesgos del alcohol sino también de otros riesgos como el exceso de velocidad. A este beneficio asociado al efecto mediático lo llamaré “dividendo comunicacional”. La atribución a este factor, dividendo comunicacional, de la causa de la caída en el número de fatalidades es una tarea que no puede realizarse con los datos a los que tenemos acceso hoy día. Pero si tal efecto existe, el mismo ya estaría perdiendo fuerza según los datos de abril y mayo. En otras palabras, lo que sostendrá la caída en el número de las fatalidades en el tiempo no será un‘dividendo comunicacional’ sino que la buena política pública de prevención de accidentes viales, que requiere más de una permanente fiscalización del comportamiento de los conductores que de campañas comunicacionales.
En la página web del Ministerio de Salud[5], se puede observar las cifras que esta institución reporta sobre fatalidades en accidentes de tránsito. Las cifras que entrega Carabineros de Chile son fallecidos hasta 24 horas de ocurrido el accidente; es decir, si una persona fallece a partir de la hora 24, aparecerá como una víctima gravemente herida[6]. Los datos del Ministerio de Salud contabilizan fallecidos en accidentes de tránsito hasta los 30 días de ocurrido el accidente, en línea con la práctica internacional en la materia.La siguiente tabla muestra el número de fallecidos en accidentes de tránsito según el valor sea reportado por Carabineros de Chile o el Ministerio de Salud. El resultado llamativo es que la diferencia relativa entre un valor y otro es creciente en el tiempo, lo que indicaría que la naturaleza de los accidentes es tal que cada vez hay más personas que mueren con posterioridad a las 24 horas. Este argumento a priori es poco creíble y me inclino a pensar que mejoras metodológicas en los reportes del Ministerio de Salud hacen que la diferencia sea creciente en el tiempo. Lamentablemente no hay ningún documento oficial ni de Carabineros de Chile ni del Ministerio de Salud que permita entender en detalle como ambas instituciones elaboran sus estadísticas de fallecidos en accidentes viales.
Chile: Reporte de Fatalidades de Tránsito según Institución
Año |
Carabineros de Chile(1) |
Ministerio de Salud(2) |
Diferencia relativa (2)/(1) |
2000 |
1.698 |
2.073 |
1,22 |
2001 |
1.562 |
1.904 |
1,22 |
2002 |
1.549 |
1.885 |
1,22 |
2003 |
1.703 |
2.144 |
1,26 |
2004 |
1.757 |
2.152 |
1,22 |
2005 |
1.626 |
2.170 |
1,33 |
2006 |
1.652 |
2.179 |
1,32 |
2007 |
1.645 |
2.157 |
1,31 |
2008 |
1.782 |
2.334 |
1,31 |
2009 |
1.508 |
2.105 |
1,40 |
Fuente: las respectivas instituciones.
Otro resultado que resalta de la serie de fatalidades del Ministerio de Salud es la diferencia en la reducción de fatalidades al comparar con la serie de Carabineros de Chile para el año 2009. Según estas instituciones, Ministerio de Salud y Carabineros de Chile, la reducción de fatalidades en el año 2009 fue de 10 por ciento y 15 por ciento respectivamente. Una diferencia de cinco (5) por ciento, es decir, un 50% en la magnitud porcentual de la caída, es mucho. ¿A qué cifra le damos más importancia, entonces, para la elaboración de políticas públicas?
Aún más, las divergencias de cifras son mayores a nivel regional. Las dos tablas siguientes entregan el número de víctimas fatales para las regiones Metropolitana y del Bío Bío. Los datos del Ministerio de Salud y de Carabineros de Chile cuentan una historia diferente sobre la seguridad vial en ambas regiones. Según datos de Carabineros de Chile, la Región Metropolitana es proporcionalmente más segura que la Región del Bío Bío que si comparamos utilizando datos del Ministerio de Salud. Una vez más, ¿en base a qué conjunto de cifras se debería elaborar la política pública? Esto refuerza la necesidad de contar con documentos públicos que expliquen en detalle la forma en que cada institución elabora las estadísticas de accidentes fatales. Caso contrario, queda la sensación de inconsistencia entre los resultados de una y otra institución.
Región Metropolitana: Reporte de Fatalidades de Tránsito según Institución
Año |
Carabineros de Chile(1) |
Ministerio de Salud(2) |
Diferencia relativa (2)/(1) |
2001 |
464 |
710 |
1,53 |
2002 |
481 |
669 |
1,39 |
2003 |
470 |
699 |
1,49 |
2004 |
517 |
728 |
1,41 |
2005 |
467 |
699 |
1,50 |
2006 |
405 |
657 |
1,62 |
2007 |
434 |
696 |
1,60 |
2008 |
418 |
687 |
1,64 |
2009 |
355 |
674 |
1,90 |
Fuente: las respectivas instituciones.
Región Bío Bío: Reporte de Fatalidades de Tránsito según Institución
Año |
Carabineros de Chile(1) |
Ministerio de Salud(2) |
Diferencia relativa (2)/(1) |
2001 |
203 |
262 |
1,29 |
2002 |
191 |
242 |
1,27 |
2003 |
248 |
305 |
1,23 |
2004 |
265 |
297 |
1,12 |
2005 |
216 |
296 |
1,37 |
2006 |
260 |
340 |
1,31 |
2007 |
232 |
294 |
1,27 |
2008 |
282 |
348 |
1,23 |
2009 |
232 |
320 |
1,38 |
Fuente: las respectivas instituciones.
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[1] En 1988 mueren 1.248 personas en accidentes de tránsito y en 1989, 1.465 personas.
[2] Este valor es el máximo histórico de víctimas fatales según registros de Carabineros de Chile.
[3] Rizzi, L.I., Cumsille, S., Fresard, F., Gazmuri, P. y Muñoz, J.C. (2010) Cost-effective measures for reducing road fatalities in the short term. Transport Reviews 31, 1-24.
[4] Si las estadísticas de Carabineros de Chile subestimaran la presencia de alcohol en conductores como factor causante de accidentes fatales, el cálculo subestimaría la efectividad de la Ley 20.580. Como simple análisis de sensibilidad, el impacto de la medida en la reducción de fatalidades es proporcional al reporte de presencia de alcohol en conductores, según Carabineros. Es decir, si el alcohol fuera causante del 20 por ciento de los accidentes fatales en lugar del 10 por ciento reportado, entonces la Ley 20.580 reduciría dos (2) por ciento las fatalidades. Idéntico resultado se obtendría si la medida fuese dos veces más efectiva que el supuesto de nueve (9) por ciento. En ambos casos, estamos lejos del 12 por cientode la caída reportada de víctimas fatales para el período enero-mayo 2012 versus idéntico período de 2011.
[5] http://deis.minsal.cl/vitales/Mortalidad_causa/Chile.htm
[6] En aquellos países donde no se elabora el registro de fallecidos a 30 días, suele recomendarse multiplicar el número de fatalidades a 24 horas por el factor 1,3.