La electromovilidad ha estado muy presente en la discusión pública del último tiempo. Los automóviles eléctricos, si bien siguen siendo una proporción muy menor del parque, están aumentando fuertemente sus ventas y en Chile ya se pueden ver algunos circulando en nuestras calles. Los buses eléctricos, por su parte, han tenido un fuerte impulso por parte de esta administración: Santiago ostenta hoy la flota más grande en una ciudad fuera de China y se anuncian buses de esta tecnología para otras ciudades. Y en el transporte menor también se comienzan a ver scooters y bicis eléctricas. El ingreso de estas tecnologías es visto con gran optimismo por la mayoría de los actores, pero no debemos olvidar que existen riesgos asociados a su implantación y debemos estar atentos para no “salir mal parados”, tal como discute uno de nuestros directores en su columna de esta edición.
La otra columna trata sobre el Panel de Expertos del Transporte Público y tiene la gracia de estar presentada desde el punto de un integrante del panel que, además, es director de la Sociedad.
Quiero cerrar esta editorial con una breve mención a una triste notica recibida por la Sociedad durante el mes de mayo: el fallecimiento de Roberto Riveros, un socio fundador de SOCHITRAN y que ayudó al desarrollo de la profesión, tanto desde la universidad, donde me tocó conocerlo como profesor en el DII de la U. de Chile, como en el servicio público en el Ministerio de Obras Públicas.