EDITORIAL
La satisfacción de los usuarios con el servicio de buses de Transantiago no muestra signos de mejorar. Existen recorridos que funcionan bien, pero muchos otros no y son estos últimos los que aparecen en los medios de comunicación, contribuyendo a que mayoritariamente se genere una muy mala opinión del sistema en su conjunto. La altísima evasión sin duda que no ayuda a mejorar la situación. ¿Cómo se arregla esto? Además del reciente anuncio sobre la creación de una Secretaría Técnica y un Comité Consultivo para mejorar el Transantiago y los aportes de especialistas en transporte (incluidos algunos socios), se necesita también un cambio profundo en la actitud de los usuarios hacia el sistema. Algunos recordarán que al subir por atrás a un bus el dinero del pasaje viajaba de mano hasta el conductor y de vuelta las mismas manos trasladaban el vuelto y el boleto: si pudiéramos lograr que algo parecido ocurra con la tarjeta Bip! entonces podríamos declarar “arreglado” el Transantiago desde el punto de vista de la actitud de los usuarios.
Mauro Huenupi
Editor