Habiendo transcurrido ocho meses de este año 2014, las cifras de accidentes viales a la fecha se asemejan a las del año pasado, siendo levemente mayores según se desprende de la página web de CONASET a partir de datos de Carabineros de Chile. Con estas cifras es de esperar que el resultado total del año sea muy similar al del año pasado, con un número final cercano (y probablemente mayor) a las 1.600 fatalidades. Si ello fuera así, se corroboraría un resultado que vengo sosteniendo hace varios años: en Chile las fatalidades viales tienden a situarse en un rango numérico entre 1.600 y 1.800. Estos valores son reportados por Carabineros de Chile que mide mortalidad hasta las 24 horas de la ocurrencia del accidente vial. Estas cifras se elevan a 2.100 o más cuando son elaboradas por el Ministerio de Salud que hace un seguimiento de las víctimas gravemente heridas que van más allá de las 24 horas.
¿Qué se está haciendo al respecto en temas de políticas públicas? Entre otros, se está impulsando el proyecto de control de velocidad mediante cámaras fotográficas que incluye además una nueva arquitectura para el procesamiento y administración de las multas. La implementación de este proyecto, a gran escala, a nivel nacional podría tener un impacto mayor en materia de seguridad vial. El proyecto está siendo tratado actualmente en el Congreso. Al respecto fui invitado a exponer sobre el mismo por la Comisión de OO.PP. de la Cámara de Diputados, en el mes de junio. Propuse algunas modificaciones al proyecto presentado por el Gobierno anterior a fines de enero. De estas modificaciones, la más relevante está relacionada con crear un tratamiento diferenciado del exceso de velocidad para aquellas vías o zonas con circulación de usuarios vulnerables. El proyecto original no incluye tal distinción. Considerando el grave riesgo que estos usuarios vulnerables afrontan -representan alrededor del 50 por ciento de las víctimas fatales en accidentes de tránsito- esta modificación es necesaria de manera tal de una mejor graduación de los excesos de velocidad. En una zona de tráfico calmado, un exceso de velocidad del 10 km/h es más grave que en una autopista urbana con flujos vehiculares debidamente segregados[1].
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[1] En tal sentido, encuentro positivo la creación de zonas de tráfico calmado con las que se comenzarán pruebas piloto en breve en el Municipio de Providencia.