Leonardo J. Basso, Juan-Pablo Montero, Felipe Sepúlveda
Transportation Research, Part-A
La congestión y la contaminación local son un problema serio en muchas ciudades en el mundo debido en parte al aumento del parque vehicular y a su edad. Desafortunadamente, el uso de esquemas de tarificación por congestión o cobros por emisión tiene resistencia por parte de la ciudadanía que se siente perjudicada por la política. Para lidiar con eso, Carlos F Daganzo avanzó en una ingeniosa estrategia hibrida que supuestamente podría dejar a todos mejor: restricciones vehiculares con pase diario. Nosotros extendemos la idea de Daganzo incluyendo “vintage exemptions” en un esfuerzo de corregir la externalidad de contaminación que generan los autos más viejos. En esa línea, el objetivo del paper es testear si la idea de Daganzo es una mejora de Pareto usando datos de Santiago de Chile. Encontramos que los individuos de menos recursos están estrictamente peor con esta estrategia: las ganancia de velocidad no compensan lo suficiente la pérdida de bienestar enfrentada por aquellos que tienen que moverse al transporte público en días de restricción vehicular. Sin embargo, se puede hacer que todos los individuos queden mejor, pero para ello es necesario reciclar toda la recaudación de la política en el sistema de transporte público, bajando las tarifas y mejorando su calidad. En ese caso, el óptimo se obtiene con 5 días de restricción vehicular y pase diario, y con “vintage exemptions” en otoño e invierno, lo que entrega un beneficio de 1.200 millones de dólares al año (0,5% del PIB de Chile), del cual un 58% proviene de menos congestión y un 42% de menor contaminación.