Montero, J.P., Sepúlveda, F. y Basso, L. (2025) Pricing Congestion to Increase Traffic: The Case of Bogotá. Journal of the European Economic Association. https://doi.org/10.1093/jeea/jvaf039
¿Cuál fue la pregunta de investigación y por qué es importante?
La pregunta central de la investigación es si la introducción de una tarifa de exención al programa Pico y Placa en Bogotá puede mejorar el bienestar general a pesar de aumentar la congestión. Esto es relevante porque las restricciones vehiculares tradicionales suelen generar incentivos perversos, como la compra de un segundo automóvil más viejo y contaminante, lo que agrava tanto la congestión como la polución. Al permitir que los conductores paguen por la exención, las autoridades buscan equilibrar la restauración de viajes valiosos con el control del tráfico. Analizar este dilema es crucial para ciudades que enfrentan problemas similares y también abre el debate sobre los efectos distributivos de las políticas de transporte.
¿Cuál fue la metodología utilizada y qué datos se emplearon?
El estudio aplicó un enfoque de diferencias en diferencias, comparando los resultados de tráfico en Bogotá antes y después de la reforma de 2021 con Medellín como ciudad de control. La principal fuente de información provino de la base de datos de velocidades de vehículos de Waze (IDB 2022), que ofrece registros detallados de circulación en horas punta. Además, se complementó con modelos teóricos que permiten estimar los beneficios de bienestar bajo distintos niveles de tarifa. Esta metodología permitió aislar el efecto específico de la tarifa de exención y evaluar cómo varía su impacto entre distintos grupos de ingreso.
¿Cuáles fueron los resultados y cuál es el impacto potencial para las políticas de transporte?
La reforma redujo la velocidad promedio en Bogotá durante las horas punta en aproximadamente 5%, confirmando un aumento en la congestión. Sin embargo, el análisis de bienestar mostró ganancias netas anuales de 42 millones de dólares, con la tarifa vigente (8,8 dólares diarios) cercana al nivel óptimo estimado (10,2 dólares). Los principales beneficiados fueron los conductores de ingresos medios, que recuperaron viajes valiosos y obtuvieron ganancias de 133 millones de dólares al año, mientras que los de ingresos altos sufrieron pérdidas de 117 millones debido al mayor tráfico. Estos hallazgos revelan un claro trade-off: las tarifas de exención pueden financiar el transporte público y mejorar el bienestar general, pero requieren un diseño cuidadoso para mitigar desigualdades. Para la política de transporte, esto sugiere que los esquemas de precios pueden ser más eficaces que las restricciones uniformes, siempre que se atiendan las diferencias sociales.