Por Christian López G., socio
El Ministerio de Obras Públicas provee de infraestructura al país, a través de sus distintas Direcciones Ejecutoras. En el ámbito asociado al transporte, destacan principalmente las inversiones realizadas por la Dirección de Vialidad (DV) y la Coordinación de Concesiones de Obras Públicas (CCOP), las que en su conjunto representan aproximadamente el 78% de la inversión total ministerial para iniciativas de inversión (sin incluir las transferencias a Metro para la construcción líneas 3 y 6 ni el IVA de construcción y explotación para los contratos de concesión). En el caso de la DV, los fondos por una parte van destinados a la conservación de la red vial, como también a la ejecución de proyectos de mejoramiento, reposición, ampliaciones de calzada, construcción de puentes, etc en distintos sectores del país que así lo requieren. Destaca el programa de Caminos Básicos que contempla el mejoramiento de caminos rurales de bajo tránsito a través de soluciones económicas que permiten por una parte un tránsito más expedito y seguro de personas y mercancías como también minimizar los efectos del polvo y barro sobre las poblaciones aledañas. En el caso de CCOP, los fondos son destinados para el pago entre otros de estudios (demanda, evaluación social, territoriales, ambientales, expropiaciones, legales), subsidios, convenios complementarios, compensaciones, ingresos mínimos garantizados, etc, en los distintos contratos existentes a la fecha como de nuevas iniciativas públicas que se estudian o estudios de próximas relicitaciones.
Para el presente año, el presupuesto de inversión del Ministerio de acuerdo a la Ley de Presupuestos es de M$ 1.595.633.311, equivalente aproximadamente a 2.500 millones de dólares. Si bien es un presupuesto importante, no da cuenta de las enormes brechas que nuestro país requiere en materia de infraestructura. Al respecto cabe señalar que de la actual red vial de poco más de 80 mil kilómetros, sólo un 25% está pavimentada, cifra muy por debajo del nivel de los países de la OCDE de la cual somos miembros. Así en países asiáticos estos en promedio llegan al 66%, los países europeos un 83% mientras que EE.UU y Canadá tienen un 48% de sus vías pavimentadas. Si bien es cierto, el Programa de Caminos Básicos viene a paliar este déficit, en la medida que los tránsitos por estos aumenten sostenidamente (como ha sido según la experiencia) deberá en algún momento pavimentarse de manera tradicional con los altos costos que esto significa, del orden de 700 mil a un millón de dólares el kilómetro como valor promedio.
Por otro lado y resultado de diversos estudios prospectivos (Vialidad, Dirplan, MTT, Sectra) resalta la necesidad de ampliar a segundas calzadas o a terceras pistas por sentido una serie de caminos fundamentales para nuestro país, tanto de algunos tramos de la Ruta 5 como de diversas rutas transversales que llevan a puerto (Ruta 68, Ruta 78, Camino de la Fruta) unido al hecho de también mejorar el acceso a estos últimos normalmente a través de la vialidad urbana de las ciudades que los acogen. Al respecto ya se adjudicó la segunda concesión del tramo Puchuncaví – Nogales donde se deberá ampliar la vía existente a segunda calzada en toda su extensión, se construirá el túnel paralelo al Túnel El Melón existente, quedando ambos con dos pistas para cada sentido de circulación, se construirán terceras pistas hasta Talagante en la Ruta 78, se trabaja en la transformación a estándar de autopista urbana el tramo Lampa-Vespucio de Ruta 5 y así también en la próxima relicitación del tramo de Ruta 5 entre Los Vilos y La Serena, además de los mejoramientos propios a este sector se le agregarán los mejoramientos para llevar a estándar urbano el tramo de Ruta 5 entre La Serena y Coquimbo (Conurbación La Serena-Coquimbo), sector con fuertes episodios de congestión en toda época del año y muy marcados en período estival, producto del fuerte aumento de tránsito debido a visitantes de Santiago y turistas de la vecina ciudad de San Juan.
Sin duda estos aspectos de infraestructura mayor deberían ser estudiados de manera más amplia a través de un enfoque multimodal y donde se identifiquen claramente cuáles son las mejores soluciones para el tráfico de la carga y pasajeros, incluyendo por cierto entre las alternativas de mejoramiento, además de las ampliaciones viales que el MOP por cierto siempre tendrá en su cartera de proyectos, nuevos trazados de ferrocarril de pasajeros (trenes de cercanía, trenes de mediana distancia) y ferrocarril de carga. Hoy los análisis se hacen en forma independiente, con escasa coordinación y por tanto es importante contar con una autoridad competente que vele por el sistema de transporte en su conjunto, planificando adecuadamente y dejando luego en organismos ejecutores la implementación de los proyectos más beneficiosos para la comunidad.