EDITORIAL
Escepticismo. Quizá esa sea la palabra que mejor refleja el sentimiento asociado a los probables resultados producto de los cambios institucionales que ha comenzado a implementar el MTT en el país. Tenemos quince regiones y en cada una de ellas se pretende instalar oficinas que apoyen el proceso de inversión, operación y gestión de transporte. Una cuenta rápida arroja que al menos se necesitan 90 profesionales para satisfacer los nuevos requerimientos, profesionales que deben cumplir con cierto perfil que no se forma en meses y días, sino en años ¿De dónde provendrán? En la práctica, distribuir los relativamente pocos profesionales que actualmente se desempeñan en el sector público tenderá a difuminar el proceso de apoyo a las decisiones, reduciendo aún más la masa crítica efectiva que pueda apuntalar dicha actividad.
Al final, puede ser que el remedio termine siendo peor que la enfermedad preexistente, si es que ésta realmente merecía un remedio como el que se está implementando. El problema institucional en la toma de decisiones no puede ser resuelto re-organizando a uno de los agentes, sino abordando el asunto en su conjunto. Caso contrario, estaremos generando más islas de pseudo poder, probablemente débiles en su estructura.
Alejandro Tudela
Editor