EDITORIAL
La multi dimensionalidad del transporte, donde se conjugan aspectos sociales, ambientales y económicos, con variabilidad espacial y temporal, que afecta y es afectado por otras disciplinas, nos debería obligar a revisar con cierta recurrencia las metodologías de evaluación y el proceso de toma de decisiones. Lo que era poco relevante algunos años atrás ha ido cobrando fuerza respecto a aquellos aspectos en que sistemáticamente hemos colocado más ahínco metodológico. No se trata de dejar de lado aquellos factores que sabemos cuantificar y valorar medianamente bien, sino que es ampliar la visión hacia otros campos donde usualmente no circulábamos, o no queríamos circular. En un mundo donde las paradojas son parte del día a día, es probable que haga sentido aumentar las demoras y los costos, si eso implica una mayor integración social y menor impacto ambiental. Veamos si podemos reflejar estos nuevos-viejos temas en las nuevas metodologías.
Alejandro Tudela
Editor