EDITORIAL
Con este Boletín estamos cerrando el año 2012, un año en que se abordaron iniciativas que merecen ser aplaudidas. Ejemplo son las que apuntan a la introducción de tecnologías que permitirán mejorar la gestión de los sistemas de transporte. También es relevante la promoción de miradas holísticas en lo que respecta a la planificación de inversiones y las políticas urbanas, incluyendo la revisión y actualización de las metodologías de evaluación. No obstante lo anterior, preocupan los anuncios de algunas autoridades en relación a inversiones en trasporte orientadas a resolver el problema de la congestión en las grandes áreas urbanas del país vía aumentos de capacidad vial. Estos anuncios generan, por una parte, falsas expectativas en la ciudadanía respecto a un mejor estado final y, por otra, promueven soluciones que en realidad constituyen un ingrediente más para agravar la dolencia. Es de esperar que no caigamos en conductas megalómanas, utilizando a cambio los procedimientos de evaluación social pertinentes para apoyar la toma de decisiones en este ámbito.
Alejandro Tudela
Editor