La construcción de la red de Metro en Santiago ha ido avanzando progresivamente y con esto cada vez las líneas subterráneas se han ido desarrollando en cotas más profundas pasando bajo autopistas u otras líneas de Metro. Pero este aumento en la profundidad tiene una serie de efectos negativos sobre la red de metro, los pasajeros y la ciudad.
La profundidad incrementa los costos de infraestructura de estaciones; perjudica la eficiencia de la red debido a que las estaciones profundas son altamente restrictivas para el intercambio de pasajeros debido a que los pasajeros buscarán una combinación menos restrictiva aunque para esto deban hacer un viaje más largo; aumenta el tiempo de ingreso y egreso de la estación extendiendo el tiempo de viaje innecesariamente y desalentando viajes cortos; genera un impacto psicológico en una parte de los usuarios porque la profundidad aumenta el estrés y temor de los pasajeros y acrecienta el riesgo para los pasajeros en caso de una emergencia, ya que el tiempo de evacuación se ve incrementado a mayor profundidad. Esta última es una variable clave hasta ahora no considerada en el diseño de estaciones chilenas, siendo que a nivel internacional se utiliza la normativa NFPA130.
Un caso icónico se puede ver en la futura Línea 7, que proyecta la Estación Vespucio que estará bajo la intersección de las autopistas Vespucio oriente (AVO) y Av. Kennedy a 45 metros de profundidad. Esta sería la más profunda de la red del Metro de Santiago, pero sin escaleras mecánicas y dotada solamente de ascensores. Considerando los constantes cortes de suministro de energía en Metro y la deficiente operación y mantenimiento de ascensores, diseñar una estación así es innecesariamente riesgoso para los pasajeros y la operación.
Si bien en el mundo existen estaciones muy profundas, especialmente en Europa oriental y Asia, estas son altamente ineficientes en el amplio sentido y no deberíamos usarlas como ejemplos a seguir. Debemos revisar y repensar cómo planificamos, localizamos y diseñamos las futuras estaciones, buscando alternativas que no incrementen la profundidad de las estaciones.