Estamos acostumbrados a que los medios nos bombardeen con largas filas de vehículos que esperan para hacer su revisión técnica durante algunos meses del año, como diciembre y marzo. Meses que, paradójicamente, no son el que les corresponde para hacer revisiones según el calendario de atención con que se programan las plantas revisoras.
Pero ¿qué pasa el resto del año? Hoy, por ejemplo, con una oferta de 25 plantas en la ciudad de Santiago, éstas se encuentran prácticamente desocupadas. Es común encontrarse con usuarios que demoraron 20 minutos en hacer su revisión técnica versus las largas horas, incluso de trasnoche, que sufren muchos santiaguinos durante otros meses del año. Cabe preguntarse. ¿Está mal diseñado el sistema?
Un cambio radical, de fondo y en favor de los usuarios, con el objetivo de contar con un sistema de mayor cobertura y eficiencia, para entregar un servicio de cada vez mejor calidad a los automovilistas, fue el objetivo que se planteó el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, al licitar nuevas concesiones de plantas revisoras en las distintas regiones del país.
Junto con un mayor número de plantas, de horarios de atención más amplios y de más líneas de inspección, las nuevas concesiones incorporan una serie de mejoras para optimizar la atención a los usuarios. Dentro de ellas, destacan:
- Sistema de reconocimiento de placas patente como único dato de entrada para efectuar el proceso de revisión técnica.
- Cámaras de monitoreo de demanda, que corresponde a un circuito cerrado de televisión para monitorear la cantidad de vehículos en las zonas de espera de las plantas, vía internet, con el objetivo de decidir informadamente a qué planta ir.
- Sistemas de reserva de hora, vía internet y telefónica que permite definir anticipadamente cuándo ir a realizar el proceso, con el objetivo de agilizar la revisión, evitando atochamientos y la consecuente pérdida de tiempo para los usuarios.
- Soluciones orientadas al usuario como: líneas preferenciales o exclusivas para vehículos que acuden según calendario, implementación de números de atención, horarios preferenciales, extensión de horarios de atención, atención fines de semana, horario flexible de apertura, tarifas preferenciales u otras.
¿De qué ha servido todo esto? A un año de aquel período en que podíamos observar largas filas de vehículos en las plantas revisoras -con los consiguientes reclamos de miles de automovilistas en la Región Metropolitana producto de una menor oferta de estos establecimientos, dado que algunas plantas se encontraban cerradas para readecuar sus instalaciones- nos encontramos con un panorama diametralmente distinto.
La respuesta usual con que nos encontramos en los meses de alta demanda por los miles de atrasados que llegan a las plantas revisoras, es que los chilenos dejamos todo para última hora. Otras voces piden que la autoridad multe, castigue, o sancione a los que no cumplen con el calendario fijado para realizar su revisión. Surge entonces otra consulta: ¿Debemos jugar siempre al gato y al ratón? con una obligación legal cuyo incumplimiento atenta contra nuestra propia integridad, la de nuestras familias o terceros. ¿Por qué la autoridad debe enfocarse ahora en fiscalizar y sancionar a aquellos que no cumplen adecuadamente? ¿Por qué mejor no aspiramos a contar con conductores más responsables, que además de usar el cinturón de seguridad, de llevar su chaleco reflectante, de tener un buen sistema de sujeción para los niños, se tomen el tiempo también para chequear que su vehículo está en buenas condiciones técnicas? No más de una hora es el tiempo que se requiere, en promedio, para realizar una revisión técnica cuando se acude a una planta de revisión en periodos de baja demanda.
La situación puede cambiar ahora, no es necesario esperar a diciembre o a marzo. Eduquemos a nuestro entorno respecto de aspectos tan importantes como éste, no pensando en que podemos ser fiscalizados o multados, sino en aumentar nuestra seguridad, al conducir un vehículo que controla periódicamente sus sistemas mecánicos, de seguridad y de emisiones.