El proyecto Costanera Center iniciará operaciones a finales del año 2011, para lo cual se están ejecutando las obras de mitigación correspondientes a las etapas 1 y 2, las que contemplan la habilitación del Mall conjuntamente con 3.000 estacionamientos. De forma paralela se encuentran en ejecución las obras correspondientes a las torres 2 y 4, las que requieren 1.000 estacionamientos adicionales.
Dadas las características operacionales del sector, así como la envergadura del proyecto, es que existe una preocupación especial por lo que pudiera ocurrir una vez que entre en operaciones Costanera Center, en particular teniendo en consideración que muchos de los proyectos contemplados inicialmente dentro del escenario vial sobre el cual operaría Costanera Center, no se encontrarán materializados.
Es por ello que se han efectuado nuevas simulaciones sin proyectos emblemáticos, cuya habilitación era responsabilidad del Estado, dentro de los que destacan “Nueva Costanera Sur” y “Nuevo Enlace Lo Saldes – Rotonda Pérez Zujovic”.
En la figura de más abajo puede apreciarse los grados de saturación del sector, producto de la operación en las condiciones señaladas anteriormente.
Puede constatarse de manera clara que el sector tendrá niveles de congestión muy importantes, los que se deberán, en este caso, al no cumplimiento de un compromiso adquirido por el Estado al momento de la aprobación del EISTU correspondiente, cual era la provisión de importante infraestructura vial. Lo que es más grave aún, puede concluirse que existirá una operación muy deficiente del sector ¡Incluso si Costanera Center no existiera!
La reflexión es directa: ¿Por qué en un país donde se señala con tanta severidad el no cumplimiento de los compromisos por parte de los privados, se disfraza y oculta los no cumplimientos del aparato público? ¿Por qué los organismos encargados de la planificación en este país no fueron capaces de prever esta situación y, más aún, diseñaron y aprobaron infraestructura que, como es el caso del túnel San Cristóbal, agravó el problema?
Lo que más me inquieta es que nuestra Área de Transporte es una cómplice importante en la acción de disfrazar las responsabilidades en este tipo de situaciones, Área donde la impronta pareciera ser el desprecio al quehacer privado.