EDITORIAL
La reciente promulgación de la Política Nacional de Desarrollo Urbano debería gradualmente generar un cambio en el análisis de los problemas de transporte y sus soluciones, ya no es suficiente preocuparnos de la congestión vehicular, las ciudades deben resolver la movilidad de todos los tipos usuarios: peatones, transporte público, ciclistas y conductores. El Minvu inició en 2013 un trabajo en esa línea, que busca perfeccionar los tradicionales Estudios de Capacidad Vial de los planes reguladores y transformarlos en Estudios de Movilidad Urbana aplicables a todas las comunas del país. El desafío es grande porque existe un marcado sesgo en la práctica profesional, en las normas, metodologías de evaluación social, etc. hacia resolver la movilidad de los usuarios motorizados. Los conductores, salvo excepciones, tienen garantizada la circulación por calles pavimentadas en buen estado y que conforman una red que da acceso a toda la ciudad. Los peatones en cambio se enfrentan no rara vez a barreras insalvables u obstáculos en las veredas que deberían considerarse inaceptables, pero que siguen ocurriendo en nuestras ciudades. El programa de transporte del nuevo gobierno avanza tímidamente en ampliar el foco del análisis, estableciendo una meta de 100 km de nuevas ciclovías en el país. Sin embargo, todavía lo prioritario parece ser atacar la congestión en sectores que se han desarrollado sin una planificación integral. La invitación es entonces a influir en distintos ámbitos para que logremos ciudades con mejor transporte para todos.
Mauro Huenupi
Editor